Resulta que ahora la moda en el Capitolio son los menús forenses. Se supone que la gracia está en adivinar la causa de la muerte de tu plato a medida que lo diseccionas y te lo vas zampando. Por suerte, mi experiencia con los gatos en el sótano me está facilitando las cosas: la cubertería parece sacada de la mesa de instrumental de un quirófano.
(más…)Cena capital
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