Casi

C

Tac, tac, tac. Mi maestro golpeaba el suelo con el pie cada vez más rápido y yo pensaba cada vez más lento. Las gotas de mi propio sudor emborronaban los hechizos de mi pequeño grimorio. Ya se alzaba el Castigador desde la empuñadura de su bastón. Tenía que darme prisa.

—¡Tiempo!

Mi libro de hechizos se cerró solo y cayó al suelo. Entre un humo blanquecino, un candado se materializó y lo selló.

—¿Cuarenta y tres? —aventuré.
—Casi. Esto te dolerá a ti más que a mí.

Se puso sus gafas de “enseñar”. Otra vez. Debí elegir carpintería.


Este microrrelato, de 100 palabras, lo he escrito para un reto que propone Lidia en su web mensualmente, una idea que me parece genial. Las condiciones para el del mes de julio son estas:

  • Crea un microrrelato o poesía (máx. 100 palabras) inspirándote en la carta.
  • En tu creación debe aparecer el objeto del dado: un candado.

Reto opcional:


Así que, ¿a qué esperáis? ¡Animáos y escribid vuestro microrrelato!

Si tenéis blog, hacedlo en vuestro blog y lo enlazáis en un comentario allí. Si no, escribidlo directamente como comentario en el post del reto.

2 Comentarios

  • Hola, Roberto 😀
    Cuando he visto el link en mi blog, he venido a leer el relato y he visto que este ya lo había leído, de hecho ya está guardado entre los participantes jeje Me lo dejaste en un comentario. Me parece genial que lo hayas publicado también en tu blog 🙂
    Ya te dije mi parecer entonces, pero te vuelvo a repetir que me encanta la escena tipo «escuela de magia», con ese toque siniestro del castigo final. Muy buen trabajo y gracias, de nuevo, por participar en el reto 🙂

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